La popularidad de Claudia.
Sheinbaum sorprendió a todos para bien desde el principio. Mañaneras asertivas, un ritmo febril, giras continuas para centrar el trabajo de los gobernadores, involucramiento personal en la agenda de seguridad pública (generales incluidos), ideas claras y novedosas siempre en el marco de las banderas obradoristas. Sentó las bases para ir solidificando, lentamente, la noción de que había un nuevo piloto, respetuoso del anterior, pero con su propia identidad. Trump cambió todo.
El ascenso de popularidad de Claudia había comenzado aún antes de que el republicano regresara a la Casa Blanca, el 20 de enero. Señal de que estaba haciéndolo bien. Se dice fácil, pero muchas cosas podrían haber salido mal considerando que se trataba de la primera mujer Presidenta y, sobre todo, el difícil tránsito que supone ser el relevo de un liderazgo tan carismático como el de López Obrador.
Sin embargo, fueron las agresiones y amenazas de Trump lo que hizo visible a ojos de muchos mexicanos de qué está hecha la Presidenta. En ese sentido, aceleró la transición. Lo muestra el relevo en Hacienda el viernes pasado, Edgar Amador en lugar de Rogelio Ramírez de la O. La presencia de Ramírez en el gabinete no fue una imposición de López Obrador, como suponen las visiones simplistas. Se trató de una decisión tomada en el marco de la transición para contribuir a la estabilidad de los mercados. Ramírez nunca escondió su deseo de regresar a sus actividades profesionales lo más pronto posible, pero aceptó quedarse hasta que su salida no incurriera en algún riesgo de inestabilidad.
La popularidad de Sheinbaum ronda un 80 por ciento, más alta incluso de la que tuvo el presidente López Obrador, aunque cualitativamente es distinta. Muy intensa y pasional la que generaba el tabasqueño, más extendida y plural la de la Presidenta. La legitimidad que rodea a la figura de Sheinbaum servirá para una aceleración de la Claudia Cuatro, por así decirlo. Es una buena noticia porque en el marco de un contexto amenazante una comunidad necesita confianza y unidad en torno a su liderazgo. Y dicho más en concreto, le otorga una mayor capacidad para poner en movimiento la agenda más ambiciosa del ideario claudista; aquella que tendría que desenvolverse con cuidado por la previsible resistencia de los intereses afectados.
Hay muchas cosas que habrá que enderezar en nuestro país, algunas a contrapelo de intereses e inercias: el combate a la corrupción o a la inseguridad, la modernización de la administración pública, el saneamiento de las finanzas, profundizar la agenda de igualdad y justicia, la búsqueda de crecimiento económico.
La legitimidad del liderazgo de Claudia constituye un enorme activo político, una oportunidad para intensificar y anticipar el cambio dentro de la continuidad: desde una potencial reforma fiscal hasta la limpieza profunda de la vida pública, pasando por un largo etcétera entremedio.
Por lo mismo, habría que cuidar este consenso que ahora tiene. Muchos actores económicos aceptaron su llamado, por encima de las diferencias. En ese marco se dio la convocatoria al Zócalo este domingo para mostrarse unidos frente a Trump. Sería imprudente, contraproducente incluso, que utilizara ese espacio para hablar sobre la reforma judicial, que cuestionan muchos o algunos que ahora le han apoyado. Hay espacios y hay espacios.
Más de 350 mil asistentes a la asamblea en apoyo a la Presidenta
Más de 350 mil personas se congregaron en el Zócalo capitalino para asistir a la asamblea informativa de la presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. La Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México confirmó la cifra de asistentes y destacó que el evento transcurrió sin incidentes, dejando un saldo blanco.
Desde tempranas horas de la mañana, grupos de personas se reunieron en distintos puntos de la ciudad para dirigirse al Zócalo, donde a las 12:00 horas dio inicio la asamblea. Durante el evento, las autoridades locales, en conjunto con elementos de seguridad de diversas dependencias, aseguraron el orden y la protección de los asistentes. La presidenta Sheinbaum abordó en su discurso el tema de la pausa de aranceles impuesta por el gobierno de los Estados Unidos a México, generando un ambiente de interés y participación por parte de la audiencia presente.