La reciente imposición de un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas por parte de Estados Unidos ha generado reacciones inmediatas en todo el país. Desde el gobierno federal hasta los estados y municipios, la preocupación es evidente. Pero mientras algunos actores políticos se han quedado en la diplomacia medida, Cruz Pérez Cuéllar ha optado por una postura directa y sin rodeos.
El alcalde de Ciudad Juárez no dudó en respaldar a la presidenta Claudia Sheinbaum y señalar lo obvio: «Somos socios y así no se trata a un socio». No es solo una frase políticamente correcta; es un recordatorio de que Juárez, como frontera y motor económico, será una de las primeras en sentir el golpe si esta medida sigue adelante.
Pérez Cuéllar anunció también que asistirá al evento del 9 de marzo en el Zócalo de la Ciudad de México, donde el gobierno federal fijará su postura frente a esta decisión de Washington. Más allá de la presencia simbólica, su participación demuestra que entiende la magnitud del problema y que Juárez no puede quedar fuera de la discusión.
El tema de los aranceles no es menor. La relación económica entre México y Estados Unidos es de interdependencia, y cualquier acción unilateral genera incertidumbre en ambos lados de la frontera. En este escenario, los liderazgos locales juegan un papel clave, y lo que haga o deje de hacer Juárez tendrá repercusiones directas en su población y en la región.
Es lógico que Pérez Cuéllar aproveche este momento para posicionarse. Pero más allá de lo estratégico, lo que importa es que su postura es clara y acorde con la realidad. A diferencia de otros que prefieren esperar a que el gobierno federal resuelva todo, él ya tomó un lado: el de su ciudad y el de la defensa del comercio justo.
La cuestión ahora es cómo evolucionará esta situación y qué acciones concretas tomarán tanto el gobierno federal como los liderazgos locales. Pero algo es seguro: Juárez necesita voces que no solo reaccionen, sino que también actúen. Y hasta ahora, Cruz Pérez Cuéllar ha demostrado que no piensa quedarse al margen.