En una reciente mesa de debate en Radio Fórmula, Andrea Chávez, senadora por Morena, defendió la gestión del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, argumentando que la violencia en el estado no es diferente a la que ocurre en Chihuahua y Guanajuato. Su postura ha generado un intenso debate, ya que su estrategia parece centrarse en desviar la atención de la crisis de seguridad en Sinaloa y redirigirla a estados gobernados por la oposición.
Durante la entrevista, Chávez insistió en que los homicidios en Sinaloa no deben analizarse de forma aislada, sino dentro del contexto nacional. Comparó las cifras con Chihuahua y Guanajuato, asegurando que por cada asesinato en Sinaloa se han cometido dos en Guanajuato, lo que, según ella, evidencia un problema estructural y no un fracaso exclusivo del gobierno de Morena. Sin embargo, su interlocutora le reviró que este argumento solo sirve para desviar responsabilidades en lugar de atender el problema.
Uno de los momentos más polémicos fue cuando Andrea Chávez cuestionó la “tremenda politización” de la violencia en Sinaloa, sugiriendo que se le da un trato diferente al problema en ese estado. Sin embargo, su contraparte en la entrevista le respondió con un argumento contundente: politizar los problemas de seguridad no es algo negativo, sino necesario, ya que es la única manera en la que la ciudadanía puede exigir cuentas a sus gobernantes.
El debate se intensificó cuando se discutió la militarización en Sinaloa y las recientes declaraciones del gobierno federal sobre que “todo estaría en calma” si no se hubiera tocado a ciertos líderes del crimen organizado. Este comentario desató dudas sobre las prioridades y alianzas del gobierno en materia de seguridad, lo que dejó a Andrea en una posición incómoda. Mientras su discurso trataba de enmarcar la crisis dentro de un panorama nacional, la falta de respuestas claras sobre las estrategias específicas en Sinaloa generó más cuestionamientos.
Andrea Chávez ha construido su imagen como una de las principales defensoras del gobierno de López Obrador y la 4T, pero en esta entrevista, su narrativa pareció más un intento de diluir responsabilidades que una verdadera propuesta para abordar la crisis de seguridad. Su insistencia en comparar cifras sin ofrecer soluciones concretas puede fortalecer su posición dentro de Morena, pero la aleja de ciudadanos que buscan respuestas y no solo justificaciones.
El gran dilema para Andrea Chávez es si podrá evolucionar su discurso hacia una postura más propositiva o si seguirá atrapada en la lógica de la confrontación partidista. En un país donde la inseguridad es la principal preocupación, ¿hasta cuándo funcionará la estrategia de culpar a la oposición en lugar de asumir responsabilidades?