En las calles de Ciudad Juárez, durante los días turbulentos de la Revolución Mexicana, un humilde vendedor llamado Juan Méndez se convirtió en el protagonista de una historia que, con el paso del tiempo, daría lugar a uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana: el burrito.
La historia de Juan Méndez y sus burritos
Se dice que Don Juan recorría las calles de Juárez montado en su burro, llevando consigo una carga de deliciosos tacos de harina, una receta sencilla pero deliciosa, rellena de frijoles y otros ingredientes típicos de la época. Estas tortillas de harina eran más grandes que las tradicionales, lo que permitía un mayor relleno y, por supuesto, una comida más sustanciosa para los trabajadores y habitantes de la ciudad.
Pronto, los tacos de Juan Méndez se hicieron famosos, tanto por su sabor como por su tamaño. La demanda creció rápidamente y, ante la creciente popularidad, toda la familia de Juan se sumó a la tarea de preparar estos tacos, produciendo tantos que incluso tuvieron que poner a trabajar a los animales de la familia.
«¡Llegó el señor de los burritos!»
La historia cuenta que Juan no solo cargaba los tacos en su burro, sino que también llevaba a sus crías, quienes transportaban canastos con más tacos. El popular vendedor se hizo tan conocido en la ciudad que la gente comenzó a gritar en las calles, “¡Llegó el señor de los burritos!” refiriéndose a los pequeños burros que acompañaban a Juan en su trabajo.
Y así, de manera orgánica, nació el nombre de estos deliciosos tacos de harina rellenos. El diminutivo “burrito” no solo hacía referencia al animalito que transportaba la comida, sino también a la sencillez y accesibilidad del platillo, que estaba disponible para todos los juarenses.
El legado del burrito en Ciudad Juárez
Hoy en día, los burritos de Juan Méndez siguen siendo un símbolo de Ciudad Juárez y del paso del norte. Este platillo que comenzó como una simple comida de vendedor ambulante se ha transformado en uno de los emblemas más representativos de la cocina mexicana, no solo en la frontera, sino en todo el país.
Así que, cada vez que disfrutes de un burrito, recuerda la historia de Don Juan Méndez, quien, con su burro y su receta sencilla, marcó la historia gastronómica de Juárez y dejó un legado que perdura hasta hoy. ¡Y todo comenzó con una pequeña burra y una gran tortilla!